¡Al diablo con la ciencia y la medicina!, si el alemán Andreas Kalcker sin ser químico, farmacólogo, fisiólogo, ni tener el mínimo conocimiento médico, autoproclamado investigador científico y con un cartón de doctor obtenido en una fábrica de diplomas, ya hace muchos años descubrió la cura definitiva para la malaria, hepatitis, diabetes, cáncer, sida, h1n1, depresión, autismo, hipertensión arterial y covid: el milagroso CDS (dióxido de cloro). Este promotor antivacuna tiene el respaldo de curanderos, pastores evangélicos y todo aquel que tiene la misión de abrir los ojos y despertar al pueblo ante las conspiraciones del nuevo orden mundial y el control de los sectores elitistas y plutocráticos.
Y cómo no creerles, si lo dicen con tanta seguridad en sus transmisiones por Facebook Live, entre biblias abiertas, lámparas de sal y frases en mayúsculas. Que no te engañen los médicos con sus “protocolos”, ni los científicos con sus “ensayos clínicos”. Lo real está en un frasco de líquido sospechoso que huele a lavandina y viene con bendiciones incluidas, porque si no arde, no cura.
Además, si Kalcker y sus discípulos logran esquivar la censura de YouTube por unas horas, ya es más que suficiente para validar científicamente su «descubrimiento». ¿Para qué estudios clínicos, si el video sigue en línea?.
Y no te dejes engañar por doctores y académicos, la información de verdad confiable es la que tu tía comparte siete veces en WhatsApp, acompañada de una receta para curar la miopía con papa cruda y agua reposada bajo la luz de la luna llena. Porque si está en WhatsApp y viene con emojis de alerta, es porque es cierto.
En este mundo dominado por farmacéuticas malvadas, ¿quién necesita estudios serios cuando puedes tener fe, indignación y una cucharadita de lejía purificadora?. ¿Quién quiere vacunas si puedes confiar en un tratamiento que te deja el colon más limpio que conciencia de influencer vegano?.
Y si alguien se atreve a decir que el CDS es peligroso, es porque está comprado, porque ya sabemos que la ciencia es una tapadera. Lo verdaderamente revolucionario esta en el empirismo sin freno, el activismo sin fuentes y en el “yo sé lo que digo” como método científico.
Así que ya sabes, si tienes dudas, no consultes a un médico, mejor escribe en Google “verdades ocultas + CDS” y prepárate para que se te revelen los secretos del universo, uno por uno, entre emojis, filtros y teorías que harían sonrojar a un guionista de ciencia ficción.
Mientras tanto:
